Este atrevido domicilio transforma un viejo silo en un hogar moderno y elegante

Suena como la trama de una novela distópica: la humanidad, aplastada por el peso de la superpoblación o huyendo de las consecuencias de un desastre nuclear, se ve obligada a establecerse en lugares inesperados como túneles de metro y silos.

Excepto que no hay nada distópico en esta elegante casa de silos, obra del arquitecto Christoph Kaiser..

Ubicada en Phoenix, Arizona, la residencia redonda es un silo de grano de pared de acero corrugado de 1955. Kaiser vio el silo en línea, lo compró, lo desarmó y luego lo transportó en un camión a Phoenix antes de crear la casa de sus sueños..

Conseguirlo solo fue parte del reto. Con solo 340 pies cuadrados de espacio habitable y una forma cilíndrica, el silo presentó un conjunto único de desafíos. En la parte superior de la lista de Kaiser estaba creando una sensación de "hogar" dentro de una forma y tamaño que muchos considerarían todo menos "hogar-y".

Se propuso transformar las nociones tradicionales de una vivienda residencial centrándose en la amplitud y la simplicidad. Ambos se lograron al acomodar todas las funciones para vivir en un nogal de dos pisos con acero negro que abraza el perímetro sur del silo. Este ingenioso enfoque maximiza la eficiencia de la construcción, el espacio útil en el piso y el volumen espacial percibido del interior.

El hogar del silo también cuenta con conductos de aire subterráneos que mitigan el ruido mecánico del sistema de aire acondicionado, y que funcionan en conjunto con un tragaluz operable en la parte superior del silo para ofrecer un enfriamiento pasivo.

Las áreas sociales - la cocina y el espacio habitable - conforman la planta baja. El área para dormir se encuentra en el piso superior, al que se accede por una escalera de caracol eficiente en el espacio hecha de madera y acero. Casi todo el interior, menos dos sillas Eames, fue hecho a medida para adaptarse a la forma inusual de la estructura.

En el exterior, las puertas correderas se abren a un espacio de jardín y un patio que rodea el silo, imitando sus curvas..

¿Nuestro veredicto sobre la casa del silo? Lo que le falta en tamaño lo compensa con creces en creatividad, comodidad y encanto industrial, y si la distopía se viera así, no estaría nada mal..