A veces, nuestras herramientas de guía no se detectan al principio; a medida que avanzamos en el camino por delante, solo somos conscientes del implemento más débil, una brújula interna tan pequeña y aparentemente insignificante que puede llevar muchos años reconocerla por fin.
Una vez que descubrimos esa brújula, sin embargo, nunca se olvida otra vez. Miramos esa brújula a diario y, a cambio, nunca nos desvía, y ciertamente no sin un propósito..
Un tatuaje con una brújula más pequeña es la manera perfecta de recordar la fuerza y la claridad con que opera su propia aguja de navegación. Puede que no siempre deje clara su presencia, y otros pueden pasarla por alto, pero siempre sabrá que está ahí. A menudo, entintado en un lugar discreto (una muñeca, un tobillo o un brazo interno), el tatuaje de la pequeña brújula es, en muchos sentidos, solo para tus ojos.
Pocos de nosotros podemos predecir lo que depara el futuro, ni prepararnos para lo que se avecina. El discreto tatuaje de la brújula es más que una mera ornamentación, es su tótem personal y uno de belleza indispensable..