Hay pocas cosas más tentadoras que un donut y un café un viernes por la tarde. Y pocos sentimientos más desmoralizadores que el inevitable colapso del azúcar que sigue, cuando sabes que todavía tienes dos horas más de trabajo para superar..
Pero ¿y si hubiera una era para evitar esto? Bueno, después de realizar una serie de experimentos exitosos en ratones, los científicos ahora esperan (algún día) poder apagar tu gusto por lo dulce, eliminando esas pruebas de fuerza de voluntad al final del día.
Según lo informado por Science Daily, "una nueva investigación en ratones ha revelado que el deseo subyacente de lo dulce del cerebro y su disgusto por lo amargo se pueden borrar mediante la manipulación de las neuronas en la amígdala, el centro emocional del cerebro". Entonces, quién sabe: tal vez podrías terminar amando el brócoli.
Llegaron a esta conclusión realizando varios experimentos en los que las conexiones dulces o amargas de la amígdala (una parte de nuestro cerebro que controla las emociones) se activaron o desactivaron artificialmente. Cuando se encendieron las conexiones dulces, los ratones respondieron al agua como si fuera azúcar. Del mismo modo, al manipular la conexión, los investigadores también podrían hacer que un sabor amargo se percibiera como atractivo (por lo que los tweets como los siguientes se convertirán en una cosa del pasado).
Actualmente en el gimnasio y mi cerebro decidió recordarme cuán delicioso es el helado de menta con trocitos de chocolate ... así que eso es útil
- Dean Michael Unglert (@deanie_babies) 31 de mayo de 2018
Incluso más significativamente; "Cuando los investigadores, en cambio, desactivaron las conexiones de la amígdala pero dejaron el córtex del gusto sin tocar, los ratones aún podían reconocer y distinguir lo dulce de lo amargo, pero ahora carecían de las reacciones emocionales básicas, como la preferencia por el azúcar o la aversión a lo amargo" (Ciencia diaria).
"Sería como tomar un bocado de tu pastel de chocolate favorito pero no obtener ningún placer al hacerlo ... Después de unos cuantos bocados, puedes dejar de comer, mientras que de otro modo lo habrías amañado".
El estudio también tiene implicaciones para el tratamiento de los trastornos alimentarios..
"La investigación apunta a nuevas estrategias para comprender y tratar los trastornos de la alimentación como la obesidad y la anorexia nerviosa".