La última vez que internet estuvo tan obsesionado con un orbe, involucró a Donald Trump posiblemente convocando a las fuerzas de Sauron o jurando lealtad a los Illuminati (o simplemente participando en una foto mal aconsejada).
Con su reputación en la línea, el orbe está de vuelta y mejor que nunca en su última encarnación: la pieza central de la oda más cool del mundo en libros, la Biblioteca Tianjin Binhai.
La firma holandesa MVRDV diseñó la biblioteca china de 368,000 pies cuadrados con un ambiente futurista y con curvas y una paleta de colores etéreos de color blanco. La estructura de cinco pisos cuenta con capas sobre capas de estantes en terrazas en un patrón ondulado, que también actúa como plataformas, escaleras, asientos y áreas de mini reunión..
En el corazón del edificio se encuentra un auditorio esférico que brilla intensamente, que no se llama "The Eye", que sirve como lugar de reunión para los visitantes que desean instalarse con su última lectura o simplemente admirar la vista asombrosa. Visto desde el frente, el orbe forma una pupila que parece asomarse desde la fachada del edificio..
"El interior de la biblioteca Tianjin Binhai es casi como una cueva, una estantería continua", dijo el cofundador de MVRDV Winy Maas. "Al no poder tocar el volumen del edificio," hicimos rodar "el auditorio en forma de bola exigido por el informe al edificio y el edificio simplemente le dio espacio, como un" abrazo "entre los medios y el conocimiento".
Una de las características más interesantes de cualquier biblioteca es su colección de libros, y la Biblioteca Tianjin Binhai no es una excepción. Sus estantes topográficos tienen 1,2 millones de volúmenes que se extienden hasta el techo, una declaración de diseño potente que plantea la pregunta: "¿Cómo se pueden obtener los libros allí, de todos modos?"
La respuesta es: "Usted no".
Aunque inicialmente estaban destinados a ser accesibles desde habitaciones ocultas detrás de los estantes, el proyecto se quedó sin tiempo y dinero, lo que dejó a los arquitectos para idear una solución astuta. MVRDV reemplazó los textos en estantes superiores con réplicas de aluminio que son intencionalmente inalcanzables pero que preservan la integridad estética del espacio. La firma dice que esperan que su "visión completa de la biblioteca se pueda realizar en el futuro".