La placa de identificación 718 es un nombre formidable en la rica herencia de carreras de Porsche.
Se remonta a la década de 1960, donde se enfrentó a algunos de los mejores fabricantes del mundo, el 718 se convirtió en sinónimo de rendimiento en la pista. En 2016, sin embargo, el apodo de 718 se revivirá para establecer un nuevo punto de referencia en el rendimiento del automóvil de producción.