La población de periquitos de monjes en México ha explotado

La invasión de los periquitos monjes de México comenzó como la mayoría de las invasiones de periquitos monjes. El pequeño pájaro verde de Sudamérica escapó de algún lugar de la cadena de suministro de mascotas. Más de 20 años después de que fueron avistados por primera vez en la Ciudad de México, la población de monjes periquitos explotó y se expandió; ahora se pueden encontrar aves desde Hermosillo en el norte hasta Huajuapan en el sur. Según un nuevo estudio, este auge es el resultado de dos cambios de políticas específicos, uno en Europa y otro en México..

Los periquitos monjes se encuentran en ciudades de todo el mundo gracias al comercio internacional de mascotas, con poblaciones notables en Brooklyn y Barcelona. Los loros pequeños y adaptables pueden ser una vista interesante y sorprendente, pero a menudo terminan construyendo sus grandes nidos alrededor de la infraestructura eléctrica que produce calor, lo que a veces provoca incendios..

Los grandes nidos del monje periquito pueden iniciar incendios cuando las aves los construyen en infraestructura eléctrica. Bernard DUPONT / CC BY-SA 2.0

Nunca hubo mucho mercado para las mascotas en México, pero en 2005, la Unión Europea prohibió todas las importaciones de aves no avícolas, y mencionó la gripe aviar como una preocupación, una prohibición que se extendió a todas las importaciones de aves silvestres en 2007. Al año siguiente, México prohibió la compra de especies nativas de loros para mascotas. Esto abrió tanto un mercado como un suministro para los periquitos, y entre 2008 y 2014 (cuando se prohibió su importación en México), se trajo cerca de medio millón de aves..

Esos cambios en la política y el volumen de las importaciones siguen a los avistamientos de periquitos monjes en ciudades de todo México. Los investigadores compilaron informes de ciencia ciudadana y encuestas científicas de todo el país durante un período de 16 años. Las aves se vieron por primera vez en Puerto Vallarta en 1999. Para 2008, solo se habían visto en cinco ciudades. Para 2015, ese número era de 97. A fines de 2016, el gobierno mexicano clasificó a los periquitos monjes como una especie invasora y decidió desarrollar un plan de manejo. Este estudio proporciona una línea de base importante para determinar los próximos pasos.