"Fue por casualidad que encontramos este vivero natural para cabezas de martillo, una especie que está bajo un alto nivel de amenaza", dijo Eduardo Espinoza, biólogo del Parque Nacional Galápagos. AFP. "Es un área única, de gran interés para los conservacionistas".
Los martillos martillos fueron vistos nadando en un estanque rocoso poco profundo oculto entre manglares. "Las hembras llegan para dar a luz y luego se van", dijo Espinoza a la AFP. "Los jóvenes tienen toda la comida que necesitan aquí y los arrecifes brindan protección contra los grandes depredadores". Él y su equipo etiquetaron a los jóvenes tiburones con chips electrónicos para monitorear sus movimientos cuando salen de la guardería, generalmente dos años después de nacer. En el océano abierto pueden crecer hasta 10 pies de largo y vivir hasta 50 años.
Pero ahí afuera está el verdadero peligro para estos tiburones. En los últimos 20 años, siete de las nueve especies de cabeza de martillo se han unido a la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, y en 2014 la cabeza de martillo festoneada se convirtió en la primera especie de tiburón protegida por la Ley de Especies en Peligro de Extinción de los Estados Unidos. La pesca, para la sopa de aleta de tiburón, se cree que es la causa principal de su declive.
Se espera que los esfuerzos de conservación, como el establecimiento de un santuario de tiburones de 23,000 millas cuadradas entre las dos islas más al norte de las Islas Galápagos, que alberga a la población de tiburones más concentrada en el mundo, y el seguimiento y protección de estos tiburones jóvenes, hacer un impacto positivo.