No venía de la refinería..
No vino del sistema de alcantarillado..
Pero vino de alguna parte. Alrededor de las 2 de la madrugada del miércoles por la mañana, los residentes de San Francisco comenzaron a llamar a la compañía de gas y al departamento de bomberos de la ciudad para reportar un olor terrible. Fue uno de esos olores a huevo, sulfurosos que a menudo indican una fuga de gas..
Sin embargo, la investigación realizada por la compañía local de gas, PG&E, no encontró fugas de gas. Y como informa KQED, nadie más se haría responsable del olor, tampoco. "Más de media docena de agencias municipales y federales, Pacific Gas and Electric y el recolector de basura de la ciudad dicen que no saben qué lo causó", informó la estación..
Resulta que San Francisco no es la única ciudad que está cubierta con misteriosos fétidos en la semana pasada. Filadelfia estuvo sujeta a su propia nube de olor a azufre la semana pasada. En ese caso, sin embargo, finalmente se encontró la fuente: venía de una refinería a través del río que ha perdido su poder y, como resultado, tuvo algunos problemas de "quema y olor".