Sin embargo, el miércoles por la tarde, un bebé castor que vagaba en la parada de metro Van Ness-UDC ofreció un encanto ofensivo para un político experimentado, deteniendo a los viajeros e inspirando el tipo de publicidad que la mayoría de los activistas pueden soñar.
"Era un poco lindo", dijo Scott Giacoppo, vicepresidente de la Washington Humane Society, a la El Correo de Washington. Las imágenes de video de su visita lo muestran deambulando por la estación, olfateando el suelo y subiendo la zapatilla de neón de un joven constituyente.
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- Jonathan Murray (@Adamalthus) 4 de mayo de 2016
Giacoppo teoriza que el castor pudo haber quedado varado después de una reciente inundación, y entró a la estación en busca de una bebida. Después de su breve recorrido por el Metro, DC Humane Society lo llevó a la estación de tránsito de castores más cercana, un lecho de un arroyo cercano. Después de un largo día de besos de bebés, se merecía un viaje rápido a casa.
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