Las dos cámaras dispararon a velocidades máximas de 20,000 y 10,000 cuadros por segundo, lo que les permite a los investigadores estirar los varios milisegundos de cada rayo en un video que muestra claramente cada paso del proceso, desde el descenso desde las nubes y el tornillo que se eleva desde el edificio, hasta el destello de la huelga y el plasma que permanece después.
Sí, se ve bien, pero también hay valor científico en los videos. Ayudarán a los investigadores a comprender mejor cómo funcionan los pararrayos, lo cual es importante para cualquier persona preocupada por proteger a las personas y las propiedades del clima severo. Las barras atraen los rayos y disipan de forma segura su energía intensa, hasta mil millones de voltios. Los ingenieros pueden usar estos nuevos datos para posicionar mejor las barras de iluminación para maximizar las áreas que protegen.