Millones de relojes europeos corren hasta 6 minutos lentos

Hace una década, el estado sin litoral de Kosovo se declaró independiente de Serbia. En los años posteriores, 113 estados de la ONU han llegado a reconocer este bloque en forma de diamante, un poco más pequeño que el estado de Connecticut, como un país por derecho propio. Su vecina Serbia, sin embargo, no tiene. Las tensiones entre los dos territorios persisten, especialmente porque muchos serbios étnicos continúan viviendo en un país que creen que no existe.

Como un acto de protesta, muchos de estos serbios, ubicados en el norte de Kosovo, se han negado a pagar sus facturas de electricidad al departamento de servicios públicos del país. Y así, a fines del año pasado, el gobierno de Kosovo anunció que dejaría de subsidiar esa electricidad, una decisión que ha desbaratado la red eléctrica de Europa y ha enviado relojes eléctricos desde Portugal a Dinamarca que funcionan en el momento equivocado. Debido a este desacuerdo, desde enero, han desaparecido 113 gigavatios-hora de electricidad, informa John Hyphen, empleado de una ONG ambiental europea, en Twitter. "Ese es el consumo anual de alrededor de 10,000 hogares", escribe.

Millones de relojes europeos funcionan con relojes de parpadeo de electricidad en microondas, radios, cocinas, reproductores de DVD y consolas de juegos por igual. Para mantener el tiempo, dependen de la frecuencia de la red eléctrica. La frecuencia estándar en Europa es de 50 hertz, o 50 oscilaciones por segundo. (En Canadá y Estados Unidos, es de 60 hercios). Casi toda Europa está en una red tremenda, desde Turquía hasta Portugal, y permitiendo a estos países "compartir" la electricidad, por lo que la electricidad producida en Alemania puede ser utilizada en, digamos, Hungría, si es allí donde se necesita. (Solo unos pocos países están "fuera de la red", incluido el Reino Unido y algunos de los países nórdicos).

En un área tan grande, la cantidad de electricidad utilizada debe equilibrarse cuidadosamente con la cantidad producida. Si el balance está desactivado, la frecuencia desciende por debajo o se dispara a más de 50 hertzios. La discrepancia de 113 gigawatios-hora entre la oferta y la demanda ha reducido la frecuencia de toda la red europea: en el momento de redactar este informe, según el sitio web de la red suiza, había una desviación del tiempo de la red de 362 segundos, o solo seis minutos. La situación se está corrigiendo lentamente: la firma pública de energía de Kosovo acordó la semana pasada comenzar a pagar temporalmente esas facturas, pero podría llevar semanas recuperar esos seis minutos y volver a la normalidad de los relojes europeos..