Al igual que Apple vs Android, la música de Coldplay y el cilantro como guarnición, las demostraciones públicas de afecto son un problema polarizador. Para algunos, PDA es una exposición grotesca de codependencia y córnea. Para otros, no hay nada más caliente que un pequeño hockey de amígdalas frente a una audiencia en vivo..
Solo quiero tu tiempo extra y tu ...
Un estudio publicado en La revista de investigación sexual se propuso descubrir por qué encerrar los labios en público es un tema tan divisivo. Los investigadores reclutaron a 155 mujeres y 194 estudiantes universitarios para completar un cuestionario en línea sobre lo que llamaron "elaboración performativa": el acto de besarse y querer que otra persona vea.
Descubrieron que, si bien la mayoría de las personas dijeron que no lo hacían, el 32% de las mujeres y el 37% de los hombres informaron haber participado en PDA, a menudo antes de ingresar a la universidad. También encontraron que significativamente más mujeres que hombres reportaron experiencias performativas del mismo sexo.
En la búsqueda de temas en los datos, los investigadores descubrieron algunas razones fascinantes para besarse a escondidas. Entre las mujeres participantes, el 55% quería ser visto con un compañero para poner celosos a otras personas, el 34% quería significar una relación y el 30% quería mejorar su imagen..
Los participantes masculinos estaban especialmente interesados en las propiedades de mejora de la imagen de la PDA. El 59 por ciento dijo que era la razón principal por la que se presentaban en público. Otro 38% dijo que lo haría simplemente para demostrar que podía, mientras que solo al 20% le importaba mostrar una relación..
Después de identificar las motivaciones comunes, los investigadores también observaron cómo las demostraciones públicas de afecto pueden afectar la reputación de una persona. Los hombres dijeron que sus repeticiones aumentaron (57%) más a menudo de lo que se vieron perjudicadas (14%) por una sesión de recuperación pública. Las mujeres, por otro lado, tendían a informar el patrón opuesto, probablemente debido a los sistemas de creencias culturales problemáticos que conducen a la vergüenza de las putas y los dobles estándares sexuales..
Esta no es la primera vez que la ciencia ha buscado respuestas a nuestras preguntas de besos. Un estudio del año pasado descubrió por qué preferimos chuparnos la cara con los ojos cerrados..