Entonces, rebotó.
Philae debía disparar arpones para anclarlo a la superficie del cometa, pero no se desplegaron correctamente. Philae tropezó, y el lugar donde terminó no era ideal. El módulo de aterrizaje terminó en un lugar sombreado, lo que significaba que no podía extraer más energía del sol. Durante tres días, envió datos a la tierra, hasta que se agotaron sus baterías..
Sin embargo, donde exactamente se detuvo Philae, era un misterio. Los científicos de la Agencia Espacial Europea han estado trabajando durante más de un año para determinar su ubicación exacta, y el tiempo se estaba acabando: en un mes, Rosetta dibujará su órbita más cerca del cometa 67P, hasta que choca con la superficie del cometa.
Finalmente, sin embargo, los científicos encontraron a Philae. Rosetta, la nave espacial que aún orbitaba el cometa, fotografió el módulo de aterrizaje, atrapada en una grieta oscura en un área llamada Abydos. Con esta información, los científicos tienen más contexto para los datos que Philae recopiló mientras se estaba ejecutando, y la seguridad de saber exactamente dónde colocó su intrépida sonda su cuerpo metálico para descansar..
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