Las lápidas vinculadas de dos amantes que se negaron a dejar ir, incluso en la muerte

Recientemente, las fotos de dos lápidas en una pequeña ciudad en los Países Bajos volvieron a aparecer en Internet, pero han estado atrayendo la atención durante años. Detrás de ellos hay una historia que demuestra que la sociedad, la muerte y una pared de ladrillos no son suficientes para interponerse en el camino de dos personas que se aman. Las parejas tradicionalmente eligen ser enterradas una al lado de la otra, a menudo con las manos juntas grabadas en las lápidas. Sin embargo, la separación religiosa y un matrimonio tabú en el siglo XIX en los Países Bajos dieron lugar a un par de tumbas que tuvieron que hacer un esfuerzo adicional para alcanzarse entre sí..


(a través de Mysendoff.com/Pinterest)

Hasta hace 40 años, los establecimientos católicos y protestantes en los Países Bajos estaban separados entre sí como resultado de la pillarización, una segregación político-denominacional generalizada. Iglesias, supermercados y otros lugares públicos fueron segregados por creencias religiosas y políticas..

Todo esto establece la escena de la historia del coronel protestante J.C.P.H de Aeffderson y la noble católica J.W.C Van Gorkum. Su matrimonio habría causado una tormenta de escándalos en el siglo XIX. No solo se mezclaba religiosamente, sino que eran de dos clases sociales muy diferentes. Sin embargo, a pesar de todo el tabú en la sociedad del siglo XIX, el matrimonio de la pareja duró 40 años, y terminó con la muerte del coronel. Ocho años más tarde, cuando su esposa falleció, sus deseos dictaron que quería ser enterrada junto a su esposo. La pillarización todavía estaba vigente en ese momento, y según la ley, esto era imposible. Sin embargo, con un poco de trabajo creativo, tanto el esposo como la esposa se unieron eternamente juntos de una manera diferente.

(a través de Brentjes.com)

Ahora las tumbas de J.W.C y J.C.P.H muestran sus dos manos entrelazadas entre sí a través de la pared del cementerio que las separa, unidas para siempre.

Amantes que se negaron a dejar ir: HET OUDE KERKHOF, Roermond, Países Bajos